Descubren una SEGUNDA LUNA que orbita la Tierra desde hace 60 años (2025 PN7)

ASTRONOMÍA

Alex León

9/24/20252 min read

Aunque solemos pensar que la Luna es la única compañera de la Tierra, lo cierto es que nuestro planeta no siempre viaja solo por el cosmos. Cada cierto tiempo, pequeños asteroides quedan atrapados en un delicado juego gravitacional y parecen seguirnos en nuestra órbita alrededor del Sol. A estos cuerpos se les llama cuasilunas o cuasisatélites.

Ahora, astrónomos han confirmado la existencia de una nueva integrante en esta familia: 2025 PN7, un diminuto asteroide que ha pasado inadvertido durante décadas y que se convierte en la octava cuasiluna conocida de la Tierra.

Un hallazgo inesperado

El objeto fue detectado el 2 de agosto de 2025 gracias al telescopio Pan-STARRS 1, situado en Hawái. A primera vista parecía un asteroide común, pero cálculos orbitales posteriores demostraron que comparte una relación muy especial con nuestro planeta: viaja alrededor del Sol en una órbita casi idéntica a la terrestre, lo que hace que, visto desde aquí, parezca acompañarnos como una “mini luna”.

Pequeño pero peculiar

2025 PN7 mide apenas unos 19 metros de diámetro, lo que lo convierte en el cuasisatélite más pequeño detectado hasta ahora. Su tenue brillo (magnitud 26) explica por qué había pasado desapercibido: sólo telescopios potentes y en condiciones óptimas pueden captarlo.

¿Cómo se comporta una cuasiluna?

A diferencia de la Luna verdadera, que está ligada gravitacionalmente a la Tierra, los cuasisatélites no están “atados” a nuestro planeta. Orbitan el Sol, pero lo hacen en una resonancia tan cercana a la órbita terrestre que parecen girar alrededor de nosotros. En palabras de algunos astrónomos, es como un “truco de manos gravitacional”.

Un compañero temporal

Los modelos orbitales indican que 2025 PN7 ha estado acompañándonos al menos durante varias décadas y que podría seguir en esta configuración durante unos 60 años más antes de alejarse definitivamente. Esto significa que su tiempo como “compañero” suma alrededor de un siglo: un suspiro en la escala cósmica, pero suficiente para despertar el interés científico. El análisis del objeto estuvo liderado por los investigadores Carlos y Raúl de la Fuente Marcos, de la Universidad Complutense de Madrid. Sus simulaciones confirmaron la naturaleza de 2025 PN7 como cuasiluna y lo situaron dentro del grupo de asteroides Arjuna, conocidos por tener órbitas muy similares a la de la Tierra.

Con este hallazgo, ya son ocho las cuasilunas confirmadas. Entre ellas destaca Kamo’oalewa (2016 HO3), mucho más estable y que seguirá acompañándonos durante varios siglos. En cambio, 2025 PN7 es mucho más frágil y transitorio, lo que lo hace aún más especial: un compañero cósmico efímero.

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