El cometa 3I ATLAS se vuelve verde y sorprende con una cola en dirección al Sol

El cometa interestelar 3I/ATLAS sorprende con un brillo verde y una cola orientada al Sol, desafiando la física cometaria y fascinando a la ciencia

ASTRONOMÍA

Alex León

9/29/20252 min read

En julio de 2025, astrónomos detectaron un objeto que rápidamente se convirtió en protagonista de la observación astronómica global. Se trata de 3I/ATLAS, el tercer cometa interestelar jamás identificado, tras ‘Oumuamua y 2I/Borisov. Proveniente de otro sistema estelar, este visitante cósmico no solo viaja a más de 210.000 km/h, sino que está mostrando un comportamiento tan inusual que ha desconcertado a los científicos: su color ha cambiado de rojo a verde intenso en cuestión de semanas, y su cola parece orientarse hacia el Sol, en lugar de alejarse como dicta la física cometaria tradicional.

Un cambio de color que desafía los modelos conocidos

El fenómeno cromático observado en 3I/ATLAS ha sido descrito como una “evolución anómala”. Inicialmente rojizo, el cometa comenzó a emitir un resplandor verde esmeralda conforme se acercaba al Sol. Este cambio fue captado por telescopios de gran potencia como el Very Large Telescope en Chile y el Espectrógrafo Multiobjeto Gemini (GMOS) en Cerro Pachón.

Los análisis indican que el color verde proviene de una liberación repentina de cianuro (CN) y níquel, compuestos que al interactuar con la radiación solar emiten luz verde. Lo sorprendente es que esta transformación no responde simplemente a la cantidad de luz solar, sino a un proceso “activado por temperatura”, como si el cometa hubiera cruzado un umbral térmico que desencadenó una reacción interna.

Una cola que apunta hacia el Sol: ¿error óptico o dinámica interestelar?

Otro aspecto que ha generado debate es la orientación de su cola. En los cometas del sistema solar, la cola se forma en dirección opuesta al Sol debido al viento solar. Sin embargo, en el caso de 3I/ATLAS, las imágenes muestran una extensión de luz dispersa que apunta hacia el Sol, lo que contradice las expectativas.

Los científicos consideran que esta anomalía podría deberse a la geometría hiperbólica de su órbita, a la composición química única del cometa o incluso a efectos ópticos derivados de la forma en que se dispersa la luz en su coma y cola.

Un laboratorio natural interestelar

La importancia de 3I/ATLAS va mucho más allá de su apariencia. Al tratarse de un objeto formado en otro sistema estelar, su estudio ofrece una oportunidad única para comparar la composición química, dinámica orbital y comportamiento físico con los cometas nativos del sistema solar.

Su paso cercano a Marte, previsto para el 3 de octubre, será aprovechado por sondas como la Mars Reconnaissance Orbiter, Trace Gas Orbiter y Mars Express, que recopilarán datos inéditos sobre su estructura y evolución.

¿Podría ser una nave alienígena?

Aunque algunos científicos como Avi Loeb han especulado con la posibilidad de que 3I/ATLAS sea una tecnología extraterrestre, la mayoría de expertos, incluyendo a la NASA, coinciden en que se trata de un cometa natural. Tom Statler, científico principal de la NASA para cuerpos pequeños, afirmó que “hace cosas de cometa, se parece a un cometa, y se comporta como un cometa”, aunque reconoce que tiene propiedades ligeramente distintas a los cometas locales.

3I/ATLAS es mucho más que un espectáculo celeste. Su color verde, su cola orientada hacia el Sol y su origen interestelar lo convierten en un objeto de estudio excepcional. A medida que se aleje del sistema solar, dejará tras de sí una valiosa colección de datos que podrían ayudarnos a entender cómo se forman los planetas en otros sistemas estelares.

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