¿Qué es la computación cuántica y cómo funciona realmente?
ARTÍCULOS TECNOLOGÍA
Alex León
10/2/20254 min read


El mundo de la informática y la física puede parecer complicado, pero en realidad muchos conceptos fundamentales se entienden con ejemplos simples. En este artículo vamos a explicar primero cómo funciona el sistema binario, la base de toda computadora moderna, y luego daremos un vistazo al mundo cuántico, que desafía nuestra intuición pero también sigue reglas lógicas.
Qué es el sistema binario
El sistema binario es la forma en que las computadoras representan y procesan información. A diferencia del sistema decimal que usamos todos los días (0, 1, 2…9), el sistema binario solo tiene dos números posibles: 0 y 1.
Cada “1” o “0” se llama bit, y varios bits juntos forman unidades mayores como bytes. Por ejemplo, 8 bits forman un byte, y con cada combinación de 0 y 1 se puede representar un número, una letra o una instrucción para la computadora.
El sistema binario funciona así porque las computadoras usan circuitos eléctricos que solo tienen dos estados: encendido (1) y apagado (0). Así, toda la información, desde un mensaje de texto hasta una película, se convierte en largas cadenas de unos y ceros que la máquina entiende.
Cómo pensar en binario de manera simple
Una forma fácil de imaginar el binario es pensar en interruptores de luz: cada interruptor puede estar encendido o apagado. Combinando varios interruptores, puedes crear patrones únicos. Por ejemplo, con 3 interruptores, puedes tener 8 combinaciones diferentes (000, 001, 010, 011, 100, 101, 110, 111), y cada combinación puede representar un número o una letra.
El concepto es simple, pero poderoso: toda la tecnología digital que usamos diariamente se basa en esto. Desde tu teléfono hasta los satélites en el espacio.
Introducción al mundo cuántico
Ahora, el mundo cuántico es muy diferente del binario clásico, pero también sigue reglas precisas. En la física cuántica, las partículas pequeñas, como electrones y fotones, pueden estar en varios estados a la vez, algo que en la vida cotidiana parece imposible.
Por ejemplo, un electrón no está solo en una posición específica, sino en una superposición de muchas posiciones posibles hasta que alguien lo mide. Esta es una de las ideas centrales de la mecánica cuántica y es la base de la computación cuántica.
Cómo se relaciona con la computación
En una computadora normal, un bit es 0 o 1. En una computadora cuántica, se usan qubits, que pueden ser 0, 1 o ambos al mismo tiempo gracias a la superposición. Esto permite que la máquina realice muchos cálculos simultáneamente y resuelva problemas que serían imposibles para una computadora tradicional.
Otro concepto importante es el entrelazamiento cuántico, donde dos qubits pueden estar conectados de tal forma que cambiar uno afecta al otro instantáneamente, sin importar la distancia. Esto suena raro, pero es un fenómeno real que los científicos ya usan en experimentos y desarrollo de tecnología.
Por qué los qubits son tan poderosos
La ventaja principal de los qubits frente a los bits clásicos es su capacidad de estar en superposición, lo que significa que no están limitados a un solo estado (0 o 1) sino que pueden representar ambos simultáneamente. Esto permite que una computadora cuántica realice muchos cálculos a la vez, en lugar de uno por uno como una computadora tradicional.
Además, gracias al entrelazamiento cuántico, los qubits pueden estar conectados entre sí de manera que cambiar el estado de uno afecte instantáneamente a otro, sin importar la distancia que los separe. Este fenómeno permite diseñar algoritmos extremadamente rápidos para problemas complejos, como simulación de moléculas, optimización de rutas o incluso romper ciertos tipos de cifrado que hoy serían imposibles de descifrar con computadoras normales. Un ejemplo curioso de comunicación a distancia se puede ver en la astronomía: la Tierra recibe señales láser de naves a millones de kilómetros, lo que muestra cómo la transmisión de información enfrenta desafíos similares a los de la computación cuántica.
Cómo se mide y controla un qubit
A diferencia de un bit, que solo necesita distinguir entre encendido y apagado, un qubit es mucho más delicado. Se puede representar físicamente mediante electrones, fotones, átomos atrapados o superconductores. Cada tipo de qubit tiene sus ventajas y desafíos:
Los qubits de superconductores son muy usados en laboratorios como los de IBM o Google, pero requieren temperaturas cercanas al cero absoluto.
Los qubits de iones atrapados son más estables y precisos, aunque más difíciles de escalar.
Controlar un qubit implica técnicas muy precisas, porque cualquier interacción externa, incluso la más mínima, puede hacer que pierda su estado de superposición, un efecto llamado decoherencia. Por eso la computación cuántica aún está en desarrollo, aunque los avances recientes prometen hacerla práctica en los próximos años. Para quienes les interesa la exploración espacial y los límites de la tecnología, pueden ver cómo la Voyager 1 alcanzará un día luz de distancia de la Tierra en 2026, otro ejemplo de información viajando a distancias extremas.
Aplicaciones actuales y futuras
Hoy, la computación cuántica todavía es experimental, pero ya se utiliza para resolver problemas que las computadoras clásicas no podrían manejar eficientemente como la simulación de moléculas para diseñar medicamentos o materiales nuevos. La optimización de procesos en logística, finanzas o inteligencia artificial. En la criptografía cuántica por ejemplo, permite transmitir información de manera extremadamente segura.
En el futuro, se espera que esta tecnología transforme la informática, haciendo que conceptos que antes parecían imposibles se vuelvan cotidianos, y mostrando cómo el mundo binario clásico y el universo cuántico pueden complementarse para crear un nuevo tipo de máquina.




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