No, el agua no conduce electricidad (al menos no como crees)
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Alex León
10/6/20252 min read


Es común escuchar que el agua conduce electricidad, pero esta afirmación necesita una corrección científica. El agua pura, en condiciones ideales, es un mal conductor. Lo que realmente permite el paso de corriente son las impurezas disueltas en ella, especialmente los minerales y sales que liberan iones. Este detalle es clave para entender por qué el agua del grifo, de lluvia o de mar sí puede ser peligrosa en contacto con electricidad.
¿Qué hace que el agua conduzca electricidad?
La electricidad se transmite mediante el movimiento de cargas. En los líquidos, esas cargas suelen ser iones: átomos o moléculas con carga positiva o negativa. El agua destilada, que ha sido purificada para eliminar casi todas las impurezas, tiene muy pocos iones libres. Por eso, su capacidad para conducir electricidad es extremadamente baja. En cambio, el agua natural contiene minerales como sodio, calcio, magnesio y cloruros. Estos se disuelven y liberan iones que permiten el flujo de corriente eléctrica. Cuantos más iones haya, mayor será la conductividad.
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Tipos de agua y su conductividad
El agua del mar es altamente conductora debido a su concentración de sales, especialmente cloruro de sodio. El agua del grifo varía según la región, pero suele tener minerales disueltos que permiten cierta conductividad. El agua de lluvia, aunque comienza siendo bastante pura, recoge partículas y gases al atravesar la atmósfera. Por último, el agua destilada es la menos conductora, y se utiliza en laboratorios y sistemas eléctricos donde se requiere aislamiento. Este principio se aplica en múltiples contextos: desde la seguridad eléctrica doméstica hasta la fabricación de componentes electrónicos que requieren agua ultrapura para evitar cortocircuitos microscópicos.
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¿Por qué este mito persiste?
La confusión viene de asumir que “agua” siempre significa “agua como la conocemos”, es decir, con minerales, sales y contaminantes. En la vida cotidiana, casi nunca interactuamos con agua realmente pura. Por eso, la idea de que el agua conduce electricidad se ha generalizado, aunque no sea técnicamente precisa. Además, el mito se refuerza por su utilidad práctica: en términos de seguridad, es mejor asumir que cualquier agua puede ser conductora. Pero desde el punto de vista científico, es importante entender que la conductividad depende de la composición química del líquido.
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Aplicaciones científicas y tecnológicas
En laboratorios se usa agua ultrapura para evitar interferencias en experimentos eléctricos y químicos. En la industria electrónica, la fabricación de chips y componentes requiere agua con conductividad casi nula. En el tratamiento de agua, la medición de conductividad eléctrica es una forma rápida de evaluar la calidad del líquido. Incluso en la exploración de otros planetas, detectar agua con minerales podría indicar procesos geológicos activos o condiciones favorables para la vida. Comprender cómo y por qué el agua conduce electricidad permite diseñar sistemas más seguros, eficientes y precisos en múltiples campos científicos.
El agua no conduce electricidad por sí sola. Son los minerales y sales disueltos los que permiten el paso de corriente. Entender este principio ayuda a desmontar mitos, prevenir accidentes y comprender mejor cómo interactúan los elementos en nuestro entorno. La ciencia detrás de lo cotidiano sigue siendo la mejor herramienta para separar hechos de creencias.
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