¿Por qué los meteoritos se queman al entrar a la Tierra? Explicación científica completa

ARTÍCULOS ASTRONOMÍA

Alex León

10/11/20255 min read

Un espectáculo celeste que esconde física extrema

Cada vez que vemos una estrella fugaz cruzar el cielo, estamos presenciando un fenómeno violento y fascinante: un fragmento de roca espacial entrando a la atmósfera terrestre a velocidades que pueden superar los 70 000 kilómetros por hora. En ese momento, el objeto se envuelve en fuego, brilla intensamente y, en muchos casos, se desintegra antes de tocar el suelo. Pero ¿por qué ocurre esto? ¿Qué convierte a un simple trozo de roca en una bola de fuego incandescente?

La entrada a la atmósfera: velocidad y resistencia

Cuando un meteoroide —nombre que recibe el objeto antes de impactar— se acerca a la Tierra, lo hace a velocidades altísimas. Al entrar en contacto con la atmósfera, comienza a chocar con moléculas de aire. Estas colisiones generan una fricción intensa, pero no es la única causa del calentamiento. La velocidad del objeto comprime el aire frente a él, creando una onda de choque que eleva la temperatura de forma extrema. Este aire comprimido se calienta más que el propio meteorito, y es lo que genera el resplandor visible.

Fricción, compresión y ablación: el trío que enciende el fuego

El proceso de combustión visible se debe a tres factores principales. Primero, la fricción con el aire genera calor. Segundo, la compresión del aire frente al objeto aumenta la temperatura aún más. Tercero, ese calor provoca la ablación: las capas externas del meteorito se derriten y se vaporizan, formando una estela brillante. Este material vaporizado se mezcla con el aire ionizado, creando el resplandor que vemos desde la superficie.

🔗 Relacionado: ¿Por qué el cielo es oscuro si hay tantas estrellas? La paradoja de Olbers tiene la respuesta

¿Por qué algunos meteoritos explotan antes de tocar tierra?

En muchos casos, los meteoritos no llegan intactos al suelo. La presión atmosférica frente al objeto puede filtrarse en sus grietas y poros, generando una diferencia brutal entre el aire comprimido en la parte frontal y el vacío en la parte trasera. Esta diferencia puede hacer que el meteorito se fragmente o incluso explote en pleno vuelo. El evento de Cheliábinsk en 2013 es un ejemplo claro: un meteorito de unos 20 metros explotó a 30 kilómetros de altura, liberando una energía equivalente a 500 kilotones de TNT.

Tamaño y composición: claves para entender su comportamiento

No todos los meteoritos se comportan igual. Los más pequeños, del tamaño de un grano de arena, se desintegran por completo y generan lo que llamamos estrellas fugaces. Los más grandes, como los que tienen el tamaño de una pelota de fútbol o más, pueden sobrevivir parcialmente y llegar al suelo como meteoritos. La composición también influye: los objetos metálicos resisten mejor la ablación que los rocosos, y por eso tienen más posibilidades de llegar intactos.

¿Qué ocurre con los meteoritos que sí impactan?

Cuando un meteorito logra atravesar la atmósfera y tocar tierra, se convierte oficialmente en un meteorito. Su superficie suele estar quemada y vitrificada por el calor, pero su interior puede permanecer frío. Estos fragmentos son valiosos para la ciencia, ya que contienen información sobre la formación del sistema solar. Algunos incluso provienen de Marte o la Luna, y han sido identificados por su composición isotópica.

🔗 Relacionado: El peligro que no vemos: los asteroides ocultos tras el Sol podrían golpear la Tierra

Meteoritos, meteoros y meteoroides: ¿cuál es la diferencia?

La terminología puede ser confusa. Un meteoroide es el objeto en el espacio antes de entrar a la atmósfera. Cuando entra y se quema, se llama meteoro. Si sobrevive y toca tierra, se convierte en meteorito. Esta distinción es importante para entender los estudios astronómicos y geológicos que se realizan sobre estos cuerpos.

¿Qué papel juega la atmósfera terrestre?

La atmósfera actúa como un escudo natural. Sin ella, la Tierra recibiría impactos constantes de objetos espaciales. Gracias a su densidad y composición, la mayoría de los meteoroides se desintegran antes de causar daño. De hecho, se estima que cada día caen entre 50 y 100 toneladas de material espacial sobre la Tierra, pero casi todo se quema en el aire.

Las lluvias de meteoros: fragmentos que se incendian en masa

Durante las lluvias de meteoros, como las Oriónidas o las Perseidas, la Tierra atraviesa regiones del espacio llenas de polvo y fragmentos dejados por cometas. Estos fragmentos, al entrar en la atmósfera, generan múltiples meteoros en una sola noche. Aunque la mayoría son diminutos, el espectáculo visual es impresionante. Las Oriónidas, por ejemplo, provienen del cometa Halley y alcanzan velocidades de hasta 66 km/s.

🔗 Relacionado: Oriónidas 2025: cuándo y cómo ver la lluvia de estrellas del cometa Halley

¿Podemos predecir cuándo caerá un meteorito peligroso?

La mayoría de los meteoritos que vemos son inofensivos. Sin embargo, los astrónomos monitorean constantemente objetos cercanos a la Tierra (NEOs) que podrían representar una amenaza. Gracias a telescopios terrestres y satélites, se pueden calcular trayectorias y probabilidades de impacto. Aun así, algunos objetos pequeños pueden pasar desapercibidos, como ocurrió con el meteorito de Cheliábinsk, que no fue detectado antes de su explosión.

La ciencia detrás del fuego: energía cinética convertida en calor

El fuego que envuelve a los meteoritos no es una combustión como la que ocurre con madera o gasolina. Es el resultado de la conversión de energía cinética en calor por fricción y compresión. A velocidades tan altas, incluso el aire se convierte en un plasma incandescente. Este fenómeno también ocurre con naves espaciales al reentrar, razón por la cual se diseñan con escudos térmicos que imitan el comportamiento de los meteoritos.

🔗 Relacionado: ¿De qué color es el universo? La respuesta no es lo que imaginas

Curiosidades sobre meteoritos y fuego atmosférico

Algunos meteoritos generan sonidos sónicos al romper la barrera del sonido. Otros dejan estelas persistentes que se iluminan durante segundos. En raras ocasiones, los meteoritos pueden causar incendios forestales si impactan en zonas secas. También existen registros históricos de meteoritos que han golpeado casas, coches e incluso personas, aunque estos casos son extremadamente raros.

El fuego que envuelve a los meteoritos al entrar a la Tierra es una manifestación espectacular de las leyes de la física. Fricción, compresión, ablación y presión atmosférica se combinan para transformar un objeto frío y silencioso del espacio en una bola de fuego visible desde la superficie. Y aunque la mayoría se desintegra sin dejar rastro, cada uno nos recuerda que el universo está en constante movimiento, y que la atmósfera terrestre es nuestra primera línea de defensa.

Imagen del meteorito de Cheliábinsk, Rusia, 2013. La onda expansiva rompió miles de ventanas, dañó edificios y provocó 1.491 heridos. Se estima que la energía liberada fue equivalente a 500 kilotones de TNT.

Te puede interesar